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13 de Jun 2023 | Café

Fenómeno El Niño y el impacto del cambio climático en los cultivos de café en el Perú

Ya es oficial: el Fenómeno de El Niño Global ha comenzado. ¿Qué significará esto para nuestro país y para nuestra agricultura?

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Ya es oficial: el Fenómeno de El Niño Global ha comenzado, según informó recientemente la oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), confirmando así lo que se preveía en mayo. Esto traerá importantes cambios en el clima con impactos económicos y sociales en todo el mundo. ¿Qué significará esto para nuestro país y para nuestra agricultura?

¿Qué es el Fenómeno de El Niño?
Para entender lo que se nos viene empecemos con un poco de teoría. El Fenómeno de El Niño se relaciona con la Temperatura Superficial del Mar (TSM). Para monitorearlo, el Océano Pacífico es dividido en cuatro regiones. Las regiones 1 y 2, que están más pegadas a nuestras costas, son las que corresponden a lo que llamamos Niño Costero, un fenómeno local que afecta principalmente a Perú y Ecuador. La TSM en las regiones 1 y 2 no siempre es la misma que en las regiones 3 y 4 que corresponden a la parte central del Océano Pacífico, por eso se monitorean por separado, pero eso no quiere decir que ambos fenómenos no se relacionen entre sí.

Océano Pacífico dividido en regiones. Fuente: MINAM.


En mayo, la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), había advertido que la temperatura de las aguas cercanas a nuestro litoral seguía elevada por lo que nuestro Niño, el Costero, se iba a prolongar hasta el mes de setiembre. Esto significa más lluvias sobre todo en la zona norte de nuestro país, con sus respectivas consecuencias. Pero además adelantó lo que hoy ya sabemos, que en la región central del Pacífico, la 3.4, la TSM también estaba elevada, por lo que ahora El Niño Global es una realidad.

Con el Fenómeno de El Niño cambia el clima porque cambia la presión atmosférica, la temperatura y la dirección de los vientos. El agua caliente, al evaporarse y condensarse, origina un incremento de precipitaciones en el lado oriental del Pacífico, pero el cambio en los vientos también genera sequías en el lado occidental del océano. Estos efectos suelen alcanzar tanto a Estados Unidos como a Europa y Africa. Y si cambia el clima, cambia la agricultura.

Monitoreo y recojo de información agrometeorológica
La fenología es la ciencia que estudia el impacto del clima sobre la ocurrencia de fenómenos biológicos en plantas y animales. Por ejemplo, en qué momento se produce la floración o migra un ave.

«Este trabajo se hace principalmente mediante la observación de cómo el clima impacta en los principales cultivos y crianzas a nivel nacional. Es importante porque a partir de estos estudios, Senamhi puede realizar los pronósticos para que el productor agrario pueda tomar decisiones», señala la ingeniera ambiental Carmen Reyes, Subdirectora de Predicción Agrometeorológica del SENAMHI.

Como parte de la 25 edición de la Convención Nacional del Café y Cacao, desarrollada por la Cámara Peruana del Café y Cacao, Reyes expuso sobre como esta institución genera información relevante para los agricultores de todo el país, tomando en cuenta precisamente, la variabilidad de nuestro clima.

Pero no solo se observa, también se experimenta. Las nuevas condiciones climáticas obligan a los especialistas a adoptar nuevas herramientas y metodologías para tratar de adelantarse y prever el impacto que esta variabilidad puede tener en ciertos productos. No solo se hace de manera manual y presencial, también con cámaras que vigilan remotamente día y noche los cultivos, tomando datos del tamaño de las plantas, del color de las hojas, del grado de maduración de los frutos, del nivel de hidratación del suelo, de la presencia de insectos y plagas, etc.

Una de las cosas que se han observado es un cambio significativo en el calendario agrícola. «El periodo de siembra en la sierra sur ya no es en setiembre, las lluvias se han retrasado. Entonces la ventana de siembra que usualmente era entre setiembre y octubre, se ha modificado. Ahora vemos que en noviembre hemos tenido periodos de sequía o veranillos como le llaman, y las actividades agrarias empiezan muy tarde», recalca la especialista.

Reyes añadió que el exceso de lluvias y acumulación de humedad aumenta el riesgo de plagas y enfermedades en los cultivos.

Pronósticos para junio, julio y agosto
El café y el cacao son productos de cultivo permanente, es decir que se siembran una vez y se cosechan durante varias temporadas y la variabilidad climática de los últimos años ha tenido un impacto para los productores.

«Ciertamente cuando cambia el clima, la planta se estresa ya sea por falta de lluvia o por mucha lluvia. En el caso del café hemos tenido en los últimos años periodos tanto de veranillo como de lluvias intensas. Eso hace que la floración se alargue, alargando también el tiempo de cosecha hasta por 5 meses. Ahora mismo siguen cosechando. Eso genera incrementos en los costos de producción y mano de obra», agrega Reyes.

Pero no son los únicos cultivos. El último informe técnico sobre perspectivas climáticas del SENAMHI para los meses de junio a agosto del 2023 es poco alentador. Las lluvias se mantendrán escasas en gran parte del país, sobre todo en la sierra y selva. No obstante se esperan lluvias encima de lo normal en la costa norte y costa central. Respecto a la temperatura del aire, se prevé que en la costa se presentarán valores sobre lo normal, mientras que al interior del país esta oscilaría entre normal y sobre lo normal.

Esto significa que cultivos en la costa norte que necesitan de periodos largos de frío para florecer, como la palta y el mango, podrían presentar problemas. Otros como la papa que también requiere de frío prolongado en esta zona del país, no crecerá adecuadamente. La planta se podrá ver bien pero su rendimiento será bajo y el tamaño de su producto inferior al esperado. No obstante, cultivos de ciclo corto como el frejol y las hortalizas podrían verse beneficiados. Lo mismo pasaría en la costa sur con la vid, el melocotón y la pera.

El principal problema estaría en la sierra norte ya que habría menos lluvia, lo que retrasaría el inicio de la campaña agrícola 2023 – 2024 de aquellos productos que dependen exclusivamente de las precipitaciones. El café y el cacao entre ellos. Mientras que en la sierra central y sur la nieve y el granizo podrían provocar la pérdida de cultivos como la papa y las habas.

Finalmente en la selva norte la probable disminución de las precipitaciones podría retrasar el crecimiento del maíz amarillo duro. Esta situación, si bien puede afectar al café y al cacao en esta zona del país, ofrece una oportunidad para un adecuado manejo fitosanitario.

Impactos económicos y sociales
Si cambia la agricultura, la seguridad alimentaria se pone en riesgo. Se altera la producción, lo que puede traducirse en escasez y aumento de precios. Las lluvias también traen inundaciones que acaban con terrenos de cultivos, generando grandes pérdidas económicas y puestos de trabajo. Las sequías erosionan el suelo y lo vuelven improductivo. Muchos agricultores podrían abandonar el campo debido a los altos costos y terminar cayendo en la pobreza o cediendo a mafias vinculadas a economías ilegales.

La Organización Meteorológica Mundial advirtió en mayo que Los próximos cinco años serán los más cálidos jamás registrados. Se estima que hay un 98% de probabilidades de superar el récord de calor alcanzado en el año 2016 cuando se produjo un El Niño excepcionalmente intenso.

Su secretario general, Petteri Taalas, durante la presentación del informe en cuestión, dijo que “Se prevé que las temperaturas medias globales sigan aumentando, alejándonos cada vez más del clima al que estamos acostumbrados… Esto tendrá repercusiones de gran alcance para la salud, la seguridad alimentaria, la gestión del agua y el medio ambiente. Tenemos que estar preparados».

Ante estos escenarios, se requiere no solo la participación del sector público para tomar acciones de prevención y mitigación de los efectos del clima, el sector privado también debe involucrarse así como los ciudadanos de forma individual o colectivamente.

Si bien el Fenómeno de El Niño es natural y ocurre de manera periódica, sus efectos son cada vez más potentes debido al cambio climático producido por la acumulación de gases de efecto invernadero. Está en nuestras manos reducir estas emisiones y frenar el impacto que ya tienen en nuestras vidas y que tendrán en las próximas generaciones.


Artículo original de Cafelab.pe